En estas últimas semanas, hemos estado experimentando un tipo de vida que nunca imaginamos, muy diferente a todo lo que habíamos vivido antes y eso puede generar muchos sentimientos en cada uno. En este artículo, se hablará de cómo el pasar tanto tiempo en casa, puede tener un impacto en las relaciones de pareja.
La incertidumbre, el no saber qué viene o por cuánto tiempo más estaremos así, puede generar sentimientos de ansiedad, depresión, estrés, podemos sentirnos más sensibles, más irritables, aburridos, desesperados, etc., y cada quien vive y reacciona a estas emociones de una manera muy distinta, de acuerdo a su historia, a su contexto social, a sus propias experiencias y a cómo interpreta y percibe la situación.
Al estar viviendo todos estas emociones internas, cambia también la manera en la que nos relacionamos y comunicamos. Es por esto que la cuarentena modifica la dinámica de la pareja. Ambos están viviendo cambios y emociones internas, que, no necesariamente son bien manejados, y se ven reflejados con la persona con la que viven.
Todos teníamos una rutina que ha tenido que cambiar. De cierto modo, el tener rutinas nos da confort, nos hace tener un plan, nos hace conocer cómo actuaremos ante ciertas situaciones, sabemos los tiempos que tenemos para llegar al trabajo, para llegar a casa, sabemos el comportamiento que tiene nuestra pareja, sus horarios, etc. Al tener que romper la rutina y crear una nueva en compañía de la pareja, se vive un reacomodo por completo en las actividades, se tienen que llegar a nuevos acuerdos y se ve potencializada la relación que ya se tenía.
Por ejemplo, si antes había poca comunicación en la pareja, ahora esto se hace más evidente porque hay más tiempo de convivencia y continúa esta comunicación pobre. Asimismo cuando es lo contrario. Si había una muy buena comunicación antes del encierro, ahora se ve reflejada en buenos momentos juntos.
Hay pros y contras que pueden surgir de estar 24/7 en casa, sin embargo, la connotación de que sea algo positivo o negativo, depende de la interpretación y de la relación de cada pareja. Los cambios que surgen, no son ni buenos ni malos. Hay que tomar responsabilidad de la relación y tratar de darle un giro y ver lo que sucede como pros y no como contras. A continuación, se hablará de algunas situaciones que pueden irse hacia el lado positivo o negativo, según la relación y según la perspectiva de cada uno:
Ahora hay más tiempo para convivir que antes no se tenía: cuando se tiene una buena comunicación y se disfruta el tiempo con la pareja, sin duda, se vuelve un pro, sin embargo, si hay una relación distante, de agresión y/o problemas, la dinámica se vuelve mucho más complicada.
Conocemos aspectos nuevos de nuestra pareja (por ejemplo: saber más sobre su vida laboral, cómo trabaja, conocer su estrés laboral); esto nos puede llevar a admirar más a nuestra pareja y entenderla en días complicados.
El respeto del espacio personal en sus actividades cotidianas
Hora de dormir/despertar
No interferirse en sus trabajos (puede haber problemas para concentrarse al estar juntos, o interrumpirse con llamadas y actividades del otro)
Ajuste a tener una rutina similar: ahora los tiempos hay que empatarlos para evitar estar viviendo vidas distintas en el mismo espacio.
Organización en las tareas domésticas
Situación económica: pueden volverse un apoyo el uno para el otro, o generar estrés y discusiones por tener una situación económica complicada.
Estado anímico de cada uno: puede impactar tanto positiva como negativamente, la energía es muy fácil de contagiar, por lo que tener una buena actitud, contagia, así como tener una mala actitud puede crear un ambiente hostil.
Es por todo esto que se vuelve prioridad tener una comunicación asertiva con la pareja. Poder hablar sobre lo que cada uno está experimentando con este cambio, puede ayudar a generar empatía en el otro y a entender que cada uno está viviendo duelos y emociones fuertes a nivel personal. Llegar a acuerdos en los que ambos se sientan cómodos y facilitarse mutuamente la vida en casa.
Cuando surja un problema entre tu y tu pareja, pensar en el problema como el enemigo puede ayudar a que ambos quieran deshacerse de ese enemigo juntos, en lugar de convertirse mutuamente en “el enemigo”.
Por último, el poder identificar en nosotros mismos las emociones que estamos experimentando y cómo estamos haciéndoles frente, ayuda a que actuemos con más conciencia y podamos saber separar cuando hay un problema de pareja, y cuando estamos desquitándonos con la pareja por un pobre manejo emocional o por no estar sobrellevando bien la situación de lo que está sucediendo.
Sea cual sea la situación que estás viviendo con tu pareja en este momento, estar en casa todo el día juntos puede ser un buen momento para aprovechar el tiempo libre, para limar asperezas, para empezar a escucharse, entenderse y solucionar los problemas que estén teniendo o que hayan quedado sin solucionar desde hace más tiempo. Esto puede ser una oportunidad para acercarse el uno al otro, fomentar los buenos momentos y no solo estar esperando el momento de salir de casa, sino disfrutar el tiempo que sigamos en ella.
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